jueves, 17 de febrero de 2011

La coma.

LA COMA.

Esta es la pausa básica en la lengua castellana. Y según Amado Alonso y Henríquez Ureña tenía dos usos principales:

1- La separación de análogos dentro de una serie, ya fuesen palabras, frases u oraciones.

Ejemplos:

Delanteros, defensas, centrocampistas, portero.

Yo no sé hacerlo, tú no sabes hacerlo, nadie sabe hacerlo.

2- La separación de elementos que tienen un carácter incidental en la oración.

Ejemplos:

Brasilia, la capital, no será sede del Mundial.

Él, entonces, se dejó morir.

Javier, si lo eligen, renunciará al cargo.

Véase que si se omite la parte de la frase entre las comas, esta mantiene su significado.

Partiendo de aquí podemos ver peculiaridades que pueden incluirse en alguno de estos dos usos, pero que conviene aclarar. Por ejemplo, cuando el sujeto de la oración es muy largo, se separa de los otros elementos de la oración con una coma. Así el lector puede tomar un poco de aire.

Messi, Pedro, Villa, Xavi y los demás centrocampistas, impidieron a los rivales salir con el balón controlado.

En las expresiones en que se llama a alguien o algo personificado (vocativo), la palabra que lo define debe seguirse de una coma.

Paco, come deprisa.

Paco come deprisa.

En la primera frase, con Paco como vocativo, se observa una orden, para ello lo tenemos que llamar. En la segunda nos limitamos a informar sobre la acción del tal Paco.

El radiotelegrafista borracho envió el mensaje a la Antártida.

El radiotelegrafista, borracho, envió el mensaje a la Antártida.

Esta frase con comas y sin comas posee una sutil diferencia. La palabra borracho en la primera es determinativa ya que nos aclara cual de los radiotelegrafistas envió el mensaje, pero la segunda es explicativa porque nos explica que el radiotelegrafista que envió el mensaje a la Antártida estaba borracho... tal vez por eso se lo envió allí en lugar de a La Coruña.

Continuando con el explicativo y determinativo, podemos hablar de las frases subordinadas (explicativas y determinativas), también en este caso la incidental explicativa ira entre comas, pero la determinativa no.

Los ladrones que pasaban por allí se llevaron un par de jamones.

Los ladrones, que pasaban por allí, se llevaron un par de jamones.

La elipsis es una figura retórica mediante la que se suprime un elemento esencial en la correcta construcción gramatical de la misma, pero que, sin embargo, gracias al contexto se entiende. Pues allí donde se suprime un verbo debe ubicarse, también, una coma.

Superman era fuerte; Batman, inteligente.

Hay situaciones en que dos frases unida por la conjunción y aún pueden dar lugar a confusión, la coma se convierte en el recurso aclaratorio.

A Pedro le gustaba el trabajo, y el ocio lo consideraba absurdo.

La omisión de la coma podría interpretarse en el sentido de que a Pedro le gustaban ambos: el trabajo y el ocio.

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